Una tomografía se puede utilizar para visualizar casi todas las partes del cuerpo y diagnosticar enfermedades o lesiones, así como para planificar tratamientos médicos, quirúrgicos o de radiación. Tiene varios usos, pero sirve especialmente para examinar de manera rápida a las personas que puedan tener lesiones internas como consecuencia de accidentes automovilísticos u otros tipos de traumatismos.
El médico puede recomendarte una tomografía computarizada con los siguientes fines:
Diagnosticar trastornos musculares y óseos, como tumores óseos y fracturas
Precisar la ubicación de un tumor, una infección o un coágulo sanguíneo
Guiar procedimientos, como cirugías, biopsias y radioterapia
Detectar y controlar enfermedades y afecciones, como cáncer, enfermedades cardíacas, nódulos pulmonares y tumores de hígado
Controlar la efectividad de determinados tratamientos, como el tratamiento para el cáncer
Detectar lesiones internas y sangrado interno